La plaza de Tornquist fue diseñada bajo un estilo francés por el paisajista Carlos Thays en la primera década del siglo XX. Está conformada por cuatro manzanas parquizadas, luego se agregó un gran lago artificial (con varios islotes y puentes) habitado por gansos, patos, nutrias y otras especies. En el centro de este parque se encuentra la Parroquia Nuestra Señora de Lima, cuyo estilo no está del todo definido (diferentes versiones la catalogan como neogótica, italianizante, romántica). Fue bendecida en 1907 en una ceremonia presenciada entre otros por el General Julio Argentino Roca y la familia Tornquist.
Esta pequeña ciudad del sudoeste bonaerense cuenta con menos de 10.000 habitantes y fue fundada en 1883 por Ernesto Tornquist, y su población original consistía principalmente en inmigrantes alemanes. El Ferrocarril Sud, que unía las ciudades de Buenos Aires y Bahía Blanca, tuvo mucho que ver en la fundación y el desarrollo inicial de este pueblo. Como detalle, en estos (nuestros) tiempos estancados, aun podemos ver pasar y detenerse trenes de pasajeros por su estación... no es poco.
Frente a la plaza se levanta otra construcción impactante, la Municipalidad, obra construida en los años '30 por el arquitecto Francisco Salamone.
Dominado por un paisaje serrano con cielos diáfanos y aire puro, a pocos kilómetros de grandes focos turísticos como Carhué o Sierra de la Ventana, y a pasos de Bahía Blanca, sin dudas Tornquist es un lugar para conocer.
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